Rumbo al norte de Tailandia (Birmania 2016)
Rumbo a Chiang Rai…
Desde la última foto que me hice de recuerdo en el templo de KAKKU, con las estupas a mis espaldas, todo ha sido ya poner rumbo al norte de Tailandia, que aunque sin la bici como medio de transporte, sino como compañera de viaje, ha estado también muy entretenido.
El simple regreso del templo al lago Inle, lo guardaré como un buen recuerdo, porque no hay autobuses, asi que tuve que buscarme la vida, y la encontré…, una «minifurgo», de esas sin ventanas atras, solo el techo, ya con el sol también despidiéndose, y la suerte de encontrar medio de regreso, aunque pagando algo pero agradecido, el padre conduciendo, y atrás, el resto de la familia, desde un pequeñajo de apenas 2 años, a la abuela… Son 60 kms hasta la primera ciudad, Taunggyi, a la que llegamos de noche, y el conductor se ofreció a acercarme, unos 30 kms mas, que me vino de perlas, porque es tarde, y hay demasiado barullo, que aún quedan los restos de los dÃas grandes de festival de la ciudad… Con algunas paradas a comprar algo para comer, y compartir algunos «chuches»…
No es necesario ir a la capital, para coger el autobús que me lleve a la frontera, desde donde estoy sale uno directo, asà que perfecto, de un tirón y listo, aunque tengo que esperar un par de dÃas, porque hay uno al dÃa, y están llenos, no importa, el lago Inle, es uno de esos sitios en los que da gusto descansar…
El viaje que me espera es largo, son casi 900 kms, o lo que traducido a tiempo, es casi un dÃa, 21 horas con sus correspondientes paradas, pero que al final termina uno cansado…
La frontera está ahÃ, hay que salir, a sellar el pasaporte, y pagar 3 dólares por haber estado un dÃa más de los 28 que dura el visado, no importa es poca cantidad, que eso si, hay que entregar en dólares, por lo que me toca salir corriendo a cambiar, que aunque me encuentro con los bancos recién cerrados, el guarda de seguridad me dice que enfrente hay una oficina de cambio, dólares y una fotocopia del pasaporte, y solucionado el trámite burocrático, ya puedo volver a cruzar en el otro sentido, el llamado puente de la amistad que une los 2 paÃses…
Estoy en Tailandia, de nuevo…, camino a Mae Sot, el lugar donde comencé la ruta, es terreno conocido, unos 7 tranquilos kms de bici, y al mismo hotel que hace un mes, que por 10 dólares, es la mejor calidad preció de toda Tailandia…
Toca descansar…, y que mejor sitio, que este, apenas sin turistas, pero con todas las comodidades de una ciudad…, se está muy agusto, asà que no hay prisa, por lo que me quedo unos dÃas, que aprovecho con la moto que alquilé, a recorrer algunos bonitos rincones para bañarse y refrescarse, que sientan fenomenal…
Es una zona con montaña por los alrededores, y con algún que otro parque nacional, me acerco a ver 3 de esas cascadas que tanto me gustan, con agua fresquera, rodeadas de vegetación, y sin gente…
Donde en una de ellas, puedes experimentar ese cosquilleo que te hacen los pececillos intentando picar en los pies…, menos mal que estos son chiquinines, si no, no me dejo, je,je…
Hay que seguir subiendo, hacia el próximo destino, la ciudad dé Chiang Mai, no hay autobús directo, hay que coger una minivan, unos 100 kms hasta Tac, la ciudad que está en la carretera principal que va hacia Bangkok, y ahà si, fue llegar y pagar, bajarme, preguntar y el autobús estaba ya listo para salir, asà que no hubo que esperar…
Unas 3,30 horas y casi 300 kms después y estoy en Chiang Mai, la ciudad más turÃstica del norte, y la verdad que es bonita, pero siento decirlo, a mi me pareció como pasear por Mallorca en agosto…
Tiene una zona que es el casco antiguo, rodeada por murallas, y el rÃo, muy bien iluminada por la noche, y lleno de mercadillos nocturnos donde comprar de todo lo que quieras…, eso si, por las aceras, hay que ir al ritmo de la gente, que no cabe un alfiler…
Los bares, restaurantes, y sitios callejeros de comida, los hay de todos los tipos, es cuestión del gusto de lo que quieras cenar para elegir.
Entre los paseos de la noche, y mis excursiones por el dÃa con la bici, en busca de algún rincón interesante, como es la subida hasta el templo de Doi Sutep, donde por una buena carretera de asfalto, y unos 15 kms de subida te hacen sudar lo suficiente, como para disfrutar de otro fantástico baño, en una pequeña cascada al bajar…
El agua está fresquita, el lugar es sombrÃo, cuando llego no hay nadie, la «bañera», para mi solo, pues ale, a ponerse debajo del grifo, je,je…, y disfrutar…, que puedes andar sobre el agua…, je, je, es broma, es que justo debajo de los pies hay algunas piedras y visto desde lejos parece magia…
Otro par de dÃas, y a seguir subiendo, queda un autobús que coger, este me toca esperar, aunque los hay casi a cada hora, van llenos, asà que a pasear con la bici y hacer tiempo hasta las 4 de la tarde…
Está cerca, apenas 200 kms, algo más de 3 horas, Tailandia en cuestión de carreteras está bien dotada, la mayorÃa de buen asfalto, y muchos tramos de doble carril por cada sentido, asà que los autobuses, aunque haya cuevas de montaña, van como balas…
De noche una vez más, como la mayorÃa de las veces de este año, llego a Chiang Rai, mi última parada, me he acostumbrado a la ayuda del GPS, y eso facilita mucho las cosas, y además vienen casi todos los hoteles o lugares de interés, sólo tienes que escribirlo, y ale, te dice la ruta y te va llevando solito…, además si quieres, hasta te va hablando, je,je…
Con internet es todo mucho más fácil, ya vienes hasta con el hotel reservado, y sólo es cuestión de llegar…, no hay que volverse loco preguntando y eligiendo…
Chiang Rai, es la ciudad más al norte de este paÃs, es turÃstica también, es parte del circuito turÃstico, de Bangkok, Chiag Mai, Chiang Rai, y luego irse unos dÃas a las playas del sur…, asà que por supuesto, los turistas no faltan, aunque es más pequeña y tranquila que su hermana de al lado Chiang Mai…
El principal motivo que me ha traÃdo aquÃ, es que quiero visitar una aldea infantil, y elegà esta mejor que la de Bangkok, que las ciudades tan grandes no me gustan, y porque me llamó la atencion al leer que era de las zonas mas pobres de Tailandia, con familias muy humildes, muchos emigrantes de los paises vecinos, y que el prohibido cultivo del opio aun sigue siendo un recurso para salir adelante…, asi que como me esperan, para allá que voy.
Está a 22 kms de la ciudad, en la carretera principal, camino de autovia, muy llano, asà que se tarda poco en llegar…
Es la segunda Aldea que visito en Tailandia, la primera fue en 2008, cuando fui a Hat-Yai, a la otra punta del paÃs, en mi recorrido de la vuelta al mundo, desde Camboya…, que rápido pasa el tiempo…
TenÃa ganas de conocer a nuevos chic@s, de volver a pisar un templo diferente a los que he visto por Birmania, este lleno de vida, de niños, de ruido, de juegos…, asà que a eso, a jugar, y pasarlo bien, en tan joven compañÃa…
Hemos jugado al fútbol, el resultado da igual, ( eso quiere decir que perdimos, aunque por sólo un gol,je,je), lo mejor el rato que pasas, y las risas que te hechas…
Por la tarde, hacemos la foto de recuerdo, y les doy una pequeña aportación económica, no es mucho, son 400 euros, o 15.000 baths, no es mucho, pero para mi escaso presupuesto, si supone un gran esfuerzo, al menos para comprar algunas cosillas les valdrá…
Y el resto de la tarde me dedico a pasear por la aldea, y a «husmear»..,je,je… Donde veo algúno jugando o haciendo algo, pa ya voy…, luego ya es cuestión de irse integrando poco a poco, y al final, terminar jugando con ellos, montándolos a burro, o riéndote de hacerles juegos y picardÃas…, los niños son niños iguales en todo el mundo y lo que más les gusta es jugar…, pues eso a jugar que hay que pasarlo bien…
Sólo ha sido un dÃa el que he estado en la aldea, pero suficiente al menos para conocerles, y volver a ver, que esa bonita labor de Aldeas Infantiles SOS, sigue viva, allà donde quiera que vayas y estén…
He terminado «mis entrañables deberes»…, pero aún me quedan un par de dÃas…, pues a aprovecharlos, y como tenÃa muchas ganas de conocerlo, para allá me voy, además con esa gran oportunidad que me brinda la ocasión, de poder hacerlo en bici…
Mi última etapa de este año…, una etapa pasada por agua, de hecho a los 15 kms cuando ya iba empapado, estuve a punto de darme la vuelta…, pero una vez más, las ganas de aventura, las ganas de conocer ganaron a los inconvenientes… Con el poncho como escudo, la tranquilidad de la ruta elegida (la mayorÃa por carreteras secundarias), y el bonito paisaje que acompañaba, los kms van cayendo, la lluvia va calmándose, y al final cuando te quieres dar cuenta, estas tan cerca, que ya hay que llegar como sea…
Son 72 kms hasta Chiang Saen, el último pueblo, donde lo primero que hago es «repostar» que no lo he hecho en toda la manaña…, y luego ya con el cuerpo en su sitio, y seco, porque parece que la lluvia era para regarme sólo a mi…, porque aquà ni rastro de ella, pues a hacer unos 10 bonitos kms más, todo llano, un asfalto estupendo, y siguiendo el rio, por el carril marcado para las bicis…
He llegado al destino elegido, este punto estratégico, que tantas ganas tenÃa de conocer, el «Triángulo de Oro», el sitio donde se juntan los 3 paÃses, Birmania, Laos, y Tailandia…, en frente esta Laos, y a la izquierda Birmania o Myanmar, separados por el meandro de un rÃo…
Un buen lugar para poner el broche final a este viaje, a mi última aventura, a la que llamé: «Tour to the golden land 2016», y que lamentablemente, ya toca a su fin, no hay tiempo para más…, ya sólo queda recoger los «bártulos» de batalla, empaquetar la bici, y a volar…, primero hasta Bangkok, y de ahà a España…
Con las alforjas llenas de grandes recuerdos de todo lo que he conocido, y de los fantásticos momentos vividos…, toca regresar a casa…
Despedirme de vosotros, y espero poder volver a encontrarnos en una próxima aventura…
El invierno y la temporada de nieve me están esperando…